Del Camino, al igual que me sucede con el cerdo, me gusta casi todo, hasta los andares... que me propone adquirir.
Pero hay detalles, generalmente sencillos, que avivan especialmente el espíritu. Varían según el estado de ánimo, la necesidad de percepción en el momento, o la intensidad a la que esté colocado el sensor del sexto sentido.
Hay infinidad de casos dependiendo de la situación, y así, de golpe se te eleva una ola por dentro cuando te encuentras con un senderito de tierra en subida rodeado de árboles y cubierto de hojarasca de haya, autóctona,... o se te agudizan las retinas tirando dirección a un horizonte en el que el sol va raudo a su encuentro mientras se le va escapando la fuerza a raudales,... o cuando a la vera del Camino se te aparecen unos.... caballos.
Siempre me gusta verlos y he contado con su agradable presencia tanto en el este del Francés, como en el sur de la Plata, o como en el centro del Norte,... bellos animales con porte noble que saben situarse a la altura de las circunstancias mas variadas.
Calados sus flequillos por un sirimiri pirineo, me han hecho compañía persiguiéndome en familia por los prados anteriores al alto de Mezkiriz... En Sevilla tirando de un carruaje para turistas, me crucé con una yegua tan preciosa como para merecer nombre de princesa a la que su dueño le había llamado "cabezadenabo",... Ole que arte, que grasia y que poderío... Creo que en Camas, vi danzar claqueteando a un pura sangre árabe por lo menos, siguiendo las indicaciones y coces de su estirado y tieso jinete, con mas gracia y ligereza que el mismísimo Rudolf Nureyef...
En manada y corriendo libres al trote entre los campos, se diría que salvajes, nada mas salir de Tábara nos obsequiaron a mi hermano y a mi con una estampida de película del oeste, mientras nos dirigíamos hacia adelante, a la par y en paralelo en un momento digno de "Bailando con lobos".
Mi preferido a parte de perfecto, es negro como el azabache, vive en Aislanders y me encantaría montarlo...
Pastando en los acantilados del Norte los hay en versión hobbit,... poneys tricolores de espesas y largas crines rubias proporcionando una belleza de aire escocés a las verdes lomas,... en Ostabat uno enorme y mas blanco que Sombragris me relinchó con autoridad de rey equino sobre asno lacayo...
... Y entre Cebreiro y Hospital de la Condesa los vi en el cielo disponerse exclusivamente en mi honor, suspendidos estáticos sobre campos, montes, colinas, prados y valles,... después de que un tropel irregular de nubes se transformara en.... un galope de blancos caballos gigantes.
... Caballos, siempre me gusta verlos.