Una de las cosas que nunca pensé y me ha otorgado el Camino ha sido buenas amistades. Amistades que surgen espontáneamente donde menos esperas... En una subida apretando los dientes, en una fuente,... en un albergue, en la situación mas insospechada te encuentras con alguien, entablas conversación y para cuando te das cuenta tienes un colega del que es difícil separarse...
Una cantidad la vas dejando en el mismo Camino en el que las has adquirido, otras duran varios días hasta que el propio Camino se encarga de distanciarlas,... otras crees que continuaran después, pero no es así y te decepcionan... Y finalmente quedan las que perduran y son contadas con los dedos de una mano.
... Así, un día te llega un correo con una foto en la que sales con Ángelo, y te hace saber que finalmente abandonó la idea de buscarse la vida en Galicia y ha vuelto a Italia,... o en dura jornada laboral recibes un mensaje de un peregrino de doce años comentándote que se encuentra en Hontanas con su padre,... para darte envidia,... y te la da. O llamas a Benan y tramas algo para acometer ese Camino portugués pendiente,... te manda un abrazo y se despide con un...
-¡Amunt Valencia!.
En el Camino he sido testigo de amistades sorprendentes, curiosas e inseparables. Peregrinos de diferentes culturas y nacionalidades que han ahondado y que en otras circunstancias pensarías que no encajarían considerándolas prácticamente inconcebibles.
... Y,... también hay amistades que las he sentido sin llegar a verlas...
Hace poco, pasaba con un sirimiri que caía como una manta por uno de los tramos mas bonitos del Camino de Santiago, antes de cruzar el alto de Erro,... en un lugar donde el bosque es lo que parece, bosque... Allí había un túmulo con pedruscos donde los peregrinos van dejando cachivaches de todo tipo,... supongo que por si les puede servir a alguien que les siga detrás.... Piedras, pulseras, botellas con agua, crucifijos, billetes,... euros para quien necesite una cerveza en Zubiri y no le llegue con su presupuesto, un pantalón vaquero, unas viejas botas,... una variedad multicolor apilada en el borde de la misma senda.
... Encima del montículo se alzaba una placa plateada salpicada profusamente de gotas de lluvia que caían de ella como lágrimas. En la parte superior, a la izquierda se veía una cruz de Santiago,... a la derecha, una vieira
... Y debajo se leía...