Hay muchas cosas que me gustan del Camino, y tres terminan en "ente": puente, fuente y corriente, de puente en fuente y tiro porque me lleva la corriente...
... Y así es, puedo pasar de largo sin fijarme en una iglesia, en una ermita o en un crucero, pero raro es que no haga una pausa, aunque sea mínima, sobre el arco de un puente y a la vera de una fuente, para después seguir dejándome llevar por esa característica corriente.
En ambos su esencia proviene del agua, se nota y quizá por eso hasta el puente más ruinoso o el grifo más simple me parecen obras de arte merecedoras de una peregrina reverencia.
No hay nada como un buen puente, expresión máxima de paso abierto, "sigue adelante", y solo por eso, creo que no hay uno solo que me disguste. Lo mismo me ocurre con las fuentes, todas me provocan respeto, a ser posible me abstengo de comprar agua embotellada y me abastezco de su agua, pasando bastante de habituales y sospechosos rumores de potabilidad deficiente.
Una de las características de las fuentes es su situación, siempre se encuentran en el lugar oportuno, o llegas a ellas con sed o cuando las ves, recuerdas que te vendría bien un trago, un pequeño descanso y un tentempié para recuperar fuerzas. Todas con su propio carácter y algunas de ellas se diría que te salvan la vida,... sobre todo en la Plata
... Muchas estimulan el ánimo...
... Así lo he sentido en los casos de la Fontaine de Roland, en la fuente del vino aunque no bebiendo agua precisamente, en la de Ventosa, en la de la Faba,... en ese pueblo que cuyo nombre no recuerdo ahora.
La menos bonita se encuentra en San Xil,... la de agua mas fría con sales minerales pirineas, de la que mas he bebido y que brota de un canalito cubierto con musgo de una piedra se encuentra en Espinal,... la mas cálida en las Burgas de Orense,... la mas divertida es la del albergue de Logroño, ya que además de una fuente, es una piscina y una manguera de bomberos,... la mas graciosa es el payaso de Villatuerta, le pulsas la nariz y te regala un chorrito de sabor a lápiz...
... y la mas deseada, o no existe o no se encuentra donde la necesitas...
Algunas cambian, como la mas bonita,... la primera vez que la vi, una preciosa niña trenzaba pulseras, y la segunda,... la niña no estaba. Aún así, siempre será la fuente más bonita del Camino.
... Fuentes, a quien no le gustan...