Yo que soy bastante simple por naturaleza y me gusta lo sencillo, no me hace falta plantear el Camino con ningún tipo de extraña, llamativa y quebienquedo filososfía oriental, ni incluso con la mas común agnosticocatólicaoalgo,... ni rezar devotamente todas las mañanas plegarias agradecidas al cielo para sentirme un auténtico peregrino.
Navarrete-Azofra. 23 km.
Si además a esto le sumo que durante estos años de conocimiento del Camino, todavía nadie ha conseguido describir ni dar en el centro de la diana de lo que este (para mi) significa en concreto, ni por lo tanto, cual es mi motivo exacto para hacerlo, no tengo mas remedio que ser modesto.
... Gracias a Dios.
... Que si, que es una búsqueda, por supuesto,... pero que alguien me diga de que,... que alguien me diga que busco, si es que lo tiene tan claro.
Lo que yo si he tenido siempre claro es que ese planteamiento bastante habitual de creer que por no creer, uno no puede ser peregrino, es una gran y tópica estupidez. Lo que es yo, que no sé en que creo y en que no, me considero peregrino,... solo cuando peregrino, eso si.
Al curro precisamente, no voy sintiéndome muy peregrino que digamos. Eso de que uno es peregrino fuera del Camino, me cuesta concebir.... Como decía: soy bastante simple.
Desde luego hay gente que he conocido que dice que cree y a mi no me ha parecido que su idea de peregrinar coincidiera mucho con la mía, ni que lo primero y lo segundo vayan forzosamente unidos,... o que lo uno te garantice la esencia de lo otro...
Recuerdo una mujer de mediana edad de Pasaia con la que coincidí en el Camino, que luego resultó ser creyente y necesitada de hacerlo notar a todo aquel que caminara junto a ella.
Nada mas verla sin cruzar palabra ya adiviné por su indumentaria, entre otras cosas, de donde era, cual era su única e inigualable patria, sus reivindicaciones mas indispensables, a que políticos otorgaba su voto en las elecciones, que era antitaurina, que practicaba el Tai-Chi y que amaba apasionadamente el euskera.... Esto último lo quise comprobar por mi mismo y al comentarle un par de cosillas en arcaico dialecto xapue, noté que enrojecía y que no entendía ni papa... O sea, sin comentarios,... como lo del souvenir que te llevas de regalo para alguien querido, esa vasija pequeña donde pone "Estuve en Tarifa y me acordé de ti",... si te hubieras acordado de verdad, lo último que me traerías es esa puta mierda de regalo.
Y es que a mi, al contrario que la pasaitarra, cuando voy peregrinando, o intentándolo, me gusta dejar mi casa, olvidar mis orígenes, mis rutinas, mis manías,... mis costumbres, soltar amarras, liberarme,... y pensar que no soy de ninguna parte. Y sobre todo, sentir que no quiero llegar a ninguna parte, es cuando mas peregrino me siento,... cuando no veo la necesidad de llegar, porque no puedo estar mejor en ningún sitio que en el punto donde me encuentro en ese mismo instante.
Esta sensación que siempre busco y que a veces me cuesta tanto alcanzar, la recuerdo intensamente después de Nájera, caminando cada vez mas lentamente porque me encontraba tan bien así, que no quería llegar nunca a Azofra....
... Y yo era un simple peregrino en el Camino de Santiago.