La Plata fue increíble, auténtica,…. diferente,… y ayer me acordaba de ella,… nostálgicamente.
Uno no sabe lo que deparará el futuro, pero suelo querer tener el presentimiento de que dentro de un buen puñado de años volveré a Sevilla y tiraré para el norte: Castillblanco, el alto del calvario, Almaden, El Real de la Jara, Arroyo Mateos,….. Almendralejo, Proserpina, el pequeño gran Carrascalejo,…. Valdesalor,… la gran pequeña Castra Caecilia…. La lista es interminable,… una apretada columna rebosante de nombres de lugares, de pueblos, de ciudades y de parajes a los que para siempre guardare un cariño especial e íntimo, lleno de un casi reverencial respeto.
Con la Plata siempre me queda la sensación de que aunque solo la he conocido de paso, dejé algo de mí en su camino, en su calzada y en sus piedras,… así como ella recíprocamente también dejó algo suyo en mí,… regalándome un suspiro de su esencia, aunque sea en modo de influencia casi imperceptible,… como un obsequio, un detalle,… un presente platero, que alojo escondido en el espíritu.
Un intercambio entre peregrino y Camino que pase lo que suceda, perdurará en los tiempos.
Volveré,…Si no es posible peregrinando, viajando en coche, parando en cada pueblo, sin perderme in uno solo de sus maravillosos rincones e,… ir recordando las situaciones, las anécdotas, los sufrimientos, las risas, las amistades, las situaciones surrealistas,…… las maravillas que me acontecieron aquel caluroso verano de 2003.
Tengo unas cuentas pendientes,… un sello en la catedral de Sevilla, certificar con mis pasos que Arroyo Mateos es igual de libre que cuando lo crucé fascinado,… que desde el alto del calvario la luna sique encontrándose al alcance de mi mano,… comprobar si Isidoro sigue haciendo bolas de madera en La Puebla de Sancho Perez,… una visita sorpresa a mi ángel de la guarda de Almendralejo,…. volver a bañarme en Proserpina como me prometí,… enterarme de cual es el nombre de la calle donde pase la noche en Cáceres,…probar la escurridiza torta del Casar,… quitarme la espina de haberme perdido después de Grimaldo y antes de Galisteo,… degustar el bacalao de Rusticiana,…. ,…. ,…. y ….
… Y es que por simple que sea, cualquier motivo es válido para contradecir a lo que dice la canción,… que al lugar donde has sido feliz no deberías tratar de volver.