Nos levantamos entre las 8:00 y las 8:30 y una vez preparados buscamos un bar. Estamos los de ayer en la cena y después apareció Farrukito, creo que dijo que se llamaba. Terminado el desayuno nos despedimos de Daniel y de Farrukito y seguimos por camino con Raimundo.
08 de abril, Miercoles. Cea - Puente Ulla, 72 km.
El camino se complica y esta inundado en un tramo, intentamos vadearlo y al final terminamos con los pies hundidos. Mas tarde se va convirtiendo en una calzada donde el avance es masque dificultoso.
Raimundo va por delante y nos cuesta llegar al monasterio de Oseira, que es espectacular.
Hace un frio del copón. En Oseira hacemos una parada para sellar, tomar un café y curiosear un poco por la zona, aunque el tiempo no anima a hacer nada.
Raimundo tira para adelante por que quiere llegar hoy a Santiago. Que flipado esta el chaval.
Emprendemos la marcha por una subida y pronto tenemos que desmontarnos y tirar de la bici.
El camino es imposible para las bicis, pero ya no es plan de echarse para atrás, así que seguimos hasta antes de Castro Dozon.
Subimos un alto y luego bajada y toboganes mas bien picando hacia arriba hasta Lalín.
En Lalín paramos a comer, el pueblo nos parece feo y esta todo cerrado. Por fin encontramos un bar donde nos dan un plato combinado cutre y caro.
Yo estoy desmoralizado por que hemos tenido el viento en contra, estaba peligroso y nos quedan unos 35 km todavía hasta Puente Ulla. Tenemos un bajón de órdago.
Aun y todo decidimos intentar llegar al destino propuesto y empezamos a pedalear. El inicio es fácil y nos animamos enseguida, para cuando nos damos cuenta habíamos hecho 15 km.y el viento parecía amainar. Por el camino pillamos a Raimundo que va lento y se pierde después de parar un rato con el.
Nosotros le damos candela y paramos a 10 km de Puente Ulla en una tienda a comprar queso de tetilla y membrillo, caprichos de Pe.
Ahora nuestro animo es alegre y tranquilo pues tenemos la etapa encaminada. Nos tiramos en la acera a tocarnos los huevos, sin prisas. En cuanto vemos que lo tenemos bien, nos empezamos a relajar y a pasar de todo. Lo que nos resta es todo prácticamente en bajada y llegamos sin enterarnos a Puente Ulla.
Preguntando por el albergue, la señora de la tienda nos hace saber que esta abierto y que hay 2 peregrinos. Son Pepe y Pablo que habían salido también del albergue de Cea. El albergue de Puente Ulla es un edificio-escuela viejo con ducha fría, sin literas y suelo de madera, pero tiene su encanto.
Nos acoplamos en el albergue con la intención de cenar mas tarde lo comprado por el camino, pero antes nos vamos a dar una vuelta por el pueblo a tomar un par de cervezas, somos Pepe, Pablo, Raimundo (que por fin decide quedarse y no seguir hasta Santiago, Pe y yo.
En el segundo bar al que entramos, nos sacan una bandeja de churrasco, por cada botella de vino que pedimos y terminamos a las tantas…
… de aquella manera.