03 El descendo a la Seros

Estaba entrenado, había pateado kilometros recorriendo el Camino del norte en mi zona y contaba con la mejor entrenadora,.......dura, recta, exigente, implacable, con mano de hierro,...severa,...metódica, técnica, sin compasión,...sin perdón,....sin piedad....,.... sin misericordia,.... puyas continuas....,...un crack de entrenadora.

También me cuidé y mimé los pies las semanas anteriores, ...masajitos y friegas con alcohol de romero a las noches,... me encanta el olor,...así me iba a la cama, medio piripi.

Antes de comenzar mi Camino, la única ampolla que me salió había sido en la mano, por no parar quieto con el bordón, en la base del dedo gordo,... pero eso lo solucionaría enfundandome mis viejos guantes de ciclista que pensaba llevarme y que despues no me quité en todo el Camino.

Sin embargo, curiosa y oportunamente, el primer día de marcha me salieron ampollas a patadas,...el pie izquierdo mas que el derecho, era un cuadro,... ampollitas txikis en la parte frontal de todos los dedos, otra mediana en el lateral del dedo gordo lado exterior, alargada y con contorno de patata rara,..... entre el dedo gordo y el siguiente, tenía un estropicio de pánico, la piel se habia despegado y había quedado suelta y un poco encogida, tipo mutante palmipedo a lo Kostner en "Waterworld",... en el empeine una ahuevada de unos dos cm. de diametro,... en el talón la típica, yo creo que siempre sale la misma,... y finalmente una con forma de yema de huevo ovalado en el meñique,... a la que menos importancia dí...

En Canfranc Estación, me puse chato con la aguja, el betadine y el Galeno,.... pero me olvidé de la ampolla del meñique.

En Jaca..., vi que algunas ampollas mejoraban, otras se mantuvieron, me salió alguna nueva,... y la del meñique habia crecido y tenía un pliegue transversal, de lado a lado,... era la que mas me molestaba al pisar, a cada paso.

Y ahora, subiendo hacía San Juan de la Peña, la única ampolla que me preocupaba ya solo era la del meñique, la llamaba "Plop",...y me parecía que cada vez me martirizaba mas.

... A medio camino, en Atares paré a descansar y a airearme los pies,... no me gusto lo que ví,... llevaba el dedo cubierto con espadradapo Galeno, pero estaba desajustado, como revirado y tenía una arruga-pliegue justo al par de la ampolla, lo que me producía mas dolor,... al desprenderlo del dedo, vi que debajo de la vieja ampolla había salido otra nueva, pero mas grande... y el dedo parecia como si lo hubieran pinzado con alicates.

Procedí a la cura de rigor y continué, con un par de descansos, hasta el monasterio nuevo, al que llegue totalmente cojo por no poder pisar el suelo,... me arrastré hasta el monasterio viejo...



... Y un par de horas mas tarde aterricé totalmente derrotado en Santa Cruz de la Seros despues de un descenso en el que iba apuntando en que parte de las piedras debía ir pisando.